Friday, March 05, 2010

cronicas apocalipticas... parte 3 "Pykila y su padre"

Concepcion- Chile 3:47 am

el terremoto movió las camas rugiendo y despertando a todos en la casa.
Pikya estaba vagando en Oniria el mundo de los sueños de los duendes, cuando sintió un tiron, y todas las voces de ese mundo nle dijeron.
- Pykia, despierte, terremoto.
las cosas se movian, y fue todo programado, la casa era fragil asi que Pkiya expulso toda la magia posible para contener los muros, su hermana y su padre hicieron lo mismo, rapidamente el movimiento fue contenido.
las horas pasaron elntas y monotonas, estando se bien lo siguiente seria los suministros,
la luz, el agua,el telefono todos cortados.
- vamos a buscar agua- dijo duendlander, el padre.
Pykila lo siguió, era villa huascar una larga calle que llegaba desde collao a la base, y subia hasta el cerro, asi que lo logico fue ir al cerro, lugar que esconde misterios que los duendes facilmente pueden desentrañar y utlilizar tambien en momentos como aquellos.
Duendlander camino rapidamente entre un grupo de zarzas y quila.
- aqui era comentó enterrando una vara de quila en el suelo.
el lugar se comenzó a humedecer la tierra se volvio barro y del suelo comenzó a brotar lentamente una vertiente, un tanto turbia por el barro pero lentamente iba aclarando.
- ¡'ero papá como sabias?...- trató de hablar Pikyla.
un movimiento de brazos de duendlander indicando algo de silencio y el agua comenzo a elevarse tomando una silueta femenina, una driade.
la mujer de agua miro a los duendes.
- ¿que desean? ¿por que me hyan despertado?
- agua comentó Duendlander- necesitamos agua.
- saquen de sus casas- comentó la driade.
- ¿acaso no sentiste el movimiento?
- si lo hice y ¿que pasa con ello?
- el agua se cortó la gente va a vebir a los cerros a buscar ayuda y eso es lo que vengo a pedir ayuda al bosque, ene ste caso a ti, necesitamos agua, agua de ti, y de otrs vertientes mas.
- sabes que no podemos, algunas vertientes guardan secretos preciosos no podemos dehjarlos en manos humanas.
- entonces venrán y saqueran, desesperados, sedientos, encontraran sus misterios, mejor den el agua voluntariamente a tyodos, escondanh sus misterios y vuelvan una vez todo se halla normalizado.
la driade miro al hombre y a la joven duende a su lado.
- esta bien- alguna vez vivimos en comunion con los humanos y les dabamos libres nuestras aguas de estos cerros, supongo que volverremos a hacerlo, por la antigua alianza, y espero ustedes ayuden tambien a recordarles que nos necesitamos y juntos podemos seguir.
- gracias comentó duendlander y se despidio.
- ¿de que misterios hablaba?- comentó Pikyla a su padre.
- no serian misterios si se supieran- respondió.

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