Serenos: ventilacion

La oficial Gallegos acepto con bastantes dudas el ir a ver las oficinas de los Serenos,
Nunca había oído de ellos
a la salida del hospital la esperaba una Avan, Juan manejaba.
Gallegos dio la vuelta y se sentaron juntos.
- en las noticias dijeron que fue un tanque de oxigeno- comentó Gallegos.
- es algo mas fácil de creer- le respondió Juan.
- ¿quien eres tú?
- Juan Bernales Capitán de este equipo tan extraño.
- ¿equipo?
- si, los veras cuando lleguemos, se llevaran bien.
- ¿quien son?
- serenos.
- ¿que hacen?
- lo que hiciste tú en el cerro, nos encargamos de esas alimañas, la verdad hiciste nuestra pega y bastante bien.
- ¿que era?
- no lo sabemos, suponemos que alguna clase de demonio o wekufe, puede ser hasta una manifestación de Ayayema, seguimos investigando.
- de verdad te crees lo que dices.
- verdad que es otro mundo.
Gallegos comenzó a meditar mirando por la ventana, las calles, todo era igual, mas sentía que para ella todo se veía diferente.
Llegaron al estacionamiento catedral, Juan presento una tarjeta a la maquina, se abrió paso, dentro siguió derecho al fondo, no había nadie cercano así que activo el control remoto, del muro se abrió una compuerta ideal para el auto y una bajada en forma de caracol, bajaron por ella varios pisos, hasta llegar a paredes escarbadas en la roca misma, un estacionamiento con varios autos, dejaron la Avan ahí, una puerta con llave de bronce muy antigua, entraron,
Al entrar el cuarto estaba alumbrado por múltiples cirios y velas y la luz sobre el techo, y cientos y cientos de estantes con libros, un par de computadores y maquinas en una oficina.
- te presento a Aravena- dijo mostrándola a una chica de pelo claro y lentes que bajaba de una escalera revisando ciertos libros.
- ¿capitán?, ¿oficial o algo?- preguntó gallegos.
- bibliotecaria a mucha honra- saludó.
- la traje de la biblioteca de la Universidad de Concepción, tiene un don catalogando libros.
- gracias- se sonrojó la muchacha.
- Fernando Roa- le indico al chico sobre los computadores.
- tratar de formar una base de datos con todo esto es casi imposible, son demasiadas las cosas, deberías traerme otro técnico- alegó.
- ahora no Fernando- respondió Juan.
- y Manuel Castillo que no está ahora está a cargo de la enfermería.
- ¡que es todo esto?- volvió a preguntar.
- como dije estamos a cargo de casos paranormales de la ciudad de Concepción, y alrededores, eso de alrededores siempre nos complica la cosa.
- tantos libros- volvió a decir.
- y después de 4 años aún no se han revisado todos.- respondió Aravena.
- y asi quieres que haga una base de datos de todo esto, francamente imposible- regañó Fernando.
- ¿4 años?- se extrañó Gallegos.
- si, la oficina funcionó sin interrupciones hasta el 21 de mayo de 1960, y se reabrieron las oficinas el 2005.
- ¿que pasó el 60'?
- esa es una de nuestras líneas investigativas actuales, la verdad estamos partiendo muy del principio.
la llevo hasta el fondo se abrió a un pasillo, y el pasillo lleno de celdas de contención, llegaron a uno que había sido arreglado recientemente con vidrios de contención, en el interior un par de extrañas serpientes blancas muy gruesas con patas de arañas parecía agitadas al ver a Gallegos.
- valla, parece que te reconocen- comentó Juan.
Aravena los había seguido.
- ¿que es?- preguntó Gallegos.
- son tentáculos, o lo que sea que llegó por ese portal aún lo estamos investigando.
el extraño tentáculo miró el vidrio y comenzó a dar frenéticos golpes con lo que parecía la cabeza contra el vidrio, un golpe, dos golpes tres golpes, y toda la materia cefálica de la criatura empañó el vidrio, una materia viscosa rozada lo cubrió todo, uno de los tentáculos se había reventado a si mismo.
- mejor será que salgamos de aqui- comentó Juan sacando a las dos chicas de la sala.
Volvieron al gran salón de los libros.
- la gran ensalada de sesos que fueron a hacer allá atrás- comentó Fernando indicando la cámara sobre el mueble.
Luego fueron a sentarse en una silla.
- ¿que opinas?- comentó Juan a Gallegos- ¿te nos unes?.
Gallegos miraba al heterogéneo grupo un tanto sorprendida.
- beneficios son muchos.
Gallegos miraba, no era capaz de echar todo por la borda así por así, pero el trabajo sonaba prometedor, hasta en sueldo era mas alto.


- buenos días gente- se escuchó una voz de hombre.
- bah, ¿estabas aquí?- se sorprendió Juan.
- yo no lo vi llegar- comentó Aravena desde su estante.
- estaba aquí desde antes que todos llegáramos- dijo por lo bajo Fernando.
- ¿por que no lo dijiste?- le pregunto Juan.
- porque nadie preguntó respondió.
el joven bajo unas escaleras laterales que daban a otras puertas, atravesó la sección de libros y saludó a Gallegos.
- Manuel Castillo Müller- saludó.
luego dirigió una mirada hacia Juan Bernales.
- estuve revisando las muestras.
- ¿y? ¿Encontraste algo interesante?
- si, uno el alto contenido de las muestras, es muy ácido. por suerte el vidrio las contiene.
caminaron hasta el computador de Fernando, conectó el pendrive y mostró las imágenes.
- un tejido celular difuso, pero extremadamente móvil, mira estas células solitarias establecieron asociación espontánea- indicó mostrando unos grupos celulares en redondo, con un flagelo estirado, otras tanta se asociaban en estrías expandiéndose por la placa.
- tuve que quemar las muestras después de examinarlas ya que de todas maneras eran capaces de sacar el silicio del vidrio para su propia estructura celular.
- ¿eso que significa?- preguntó Juan.
- no lo sé bien, pero por el bien de todos es mejor que incineremos las muestras.
Sacaron las fotos y pusieron en la pantalla la cámara de seguridad.
- OH Dios- exclamaron.
la base del vidrio había sido desmontado, estaba en el suelo la pared de vidrio y faltaba el segundo tentáculo.
rápido corrieron hacia la el pasillo, la `puerta no había sido abierta, al abrir un fuerte olor a gas, mas no estaba el segundo tentáculo, solo la rejilla del aire había sido arrancada de la base.
- has un mapa del sistema de ventilación de la base gritó Juan a Fernando.
- sabes que es imposible- exclamó este, puedo mostrar algunas que fueron exploradas por el robot cámara, pero hay varias galerías que no sabemos hacia donde conducen todavía.
Aravena corrió la escalera con ruedas y comenzó a correr entre los pasillo.
- acá gritó.
- que sucede.
- hace unos días encontré un par de planos, no son la gran cosa y están gastados pero aparece la antigua red de conductos de aire que salen a la superficie, no es mucho mas de lo que tienen en la computadora pero puede servir.

rápido bajó con los planos y los puso sobre la mesa.
- una salida da hacia el patio de la catedral- comentó Gallegos.
- por ahí no saldría, tienen sus propias medidas se seguridad, y de hecho me extraña que no nos hallan puesto ya bombas de gas por esa ventanilla- le guiñó el ojo a Gallegos.
- la iglesia ¿sabe de ustedes?- preguntó.
- lamentablemente- respondió Fernando que estaba mirando los mismos planos.
En el plano había un brazo lateral que parecía ir hacia el este y se perdía en los planos.
- el cerro caracol- indicó Aravena- ese debe ser el cerro caracol.
- donde todo empezó- comentó Gallegos.
Ya yo pondré el robot cámara con un rastreador por la ventilación- dijo rápido Fernando- ahora ustedes vallan hacia el cerro caracol.
Raudo el grupo corrió hacia el estacionamiento tomaron una avan, y subieron en espiral hacia arriba, del estacionamiento catedral salieron sin problemas, tomaron las calles céntricas.
- se dirige derecho por la calle Anibal Pinto- comentó Fernando desde el alta voz.
El auto siguió esa dirección.
- espera aquí hay algo, la abertura está antes de lo pensado, abre en la esquina con Victor Lamas, frente al parque ecuador... unos metros hacia la mitad de cuadra.
- el exteatro del liceo Enrique Molina, ¿este lugar de nuevo?- comentó aravena.
- por esto de la ventilación se explican varias cosas de aquí- afirmó Juan.
Era de tarde, gente jugaba en el parque, parejas abrazadas, o familias paseando coches, los Serenos estaban trabajando.
Abrieron las rejas y en la parte trasera de la Avan, tenían un arsenal de armas, pistolas a cada uno, y Juan tomó un lanzallamas.
- si alguien debe hacer el trabajo duro, que se ayo-. Comentó
Comenzaron a caminar.
un par de quejidos parecían llegar desde el fondo.
Gallegos sacó su linterna para alumbrar el camino, hasta que tras varios pasos un joven de unos 20 años estaba tirado en el suelo, la mandíbula desencajada y el cráneo destrozado con una apertura por la base de la nuca.
- Gallegos se aguantó las nauseas de lo que vio.
- al fondo- dijo por lo bajo Manuel.
en el fondo una joven, 18 años al ojo, ropa de marca, los ojos y el pelo blanco y de su cabeza hacia arriba se proyectaba una especie de cola blanca mas gruesa que un latido, como si estaba siendo poseída por el látigo.
- saltó a varios metros sobre el grupo de Serenos.
Gallegos estaba enfrente, miraba la muchacha sin atreverse a disparar, una lagrima corría por su rostro tratando de decidirse por que hacer.
Entonces varias balas se descargaron sobre la joven, entre Aravena y Juan habían atacado a la bestia.
La mujer bestia se retorció en el suelo, y saltó nuevamente hacia Gallegos, ella era claramente su blanco.
Pero ante aquel predecible movimiento, Juan había dejado su pistola de lado y con el lanzallamas apunto bien y la incineró.
El cuerpo de la bestia se retorcía de dolor fritando arcanas palabras, hasta que por fin dijo algo entendible.
- Serenos de la frontera, sus días están contados tal como lo fue en el pasado.
Entonces el cuerpo cayó.
Juan fue al auto a dejar el lanzallamas, trajo bencina, y lo roció sobre el cuerpo, junto con el cuerpo del hombre de la entrada y los roció de parafina antes de prenderle fuego.
las llamas alumbraban al grupo como una siniestra fogata.
- entiendo que no quieras quedarte- comentó Juan- de todas maneras no podíamos ayudarla, ya estaba muerta.
Gallegos los miró a todos con un tanto de admiración.
- supongo que es una pega que alguien debe hacer, me quedaré con ustedes.