Monday, April 13, 2009

Fifth stop Oklahoma.


La luz del train vino acompañada con una suave brisa, desde Kansas que al parecer la nieve había quedado atrás, pronto salimos al exterior, era una enorme planicie solo pasto amarillo y bosques de arboles grises sin hojas.
- This stop is, Oklahoma, somewere.
La enigmática voz no nos dijo nada relevante solo que estábamos en algún lugar, el train se detuvo en medio de la nada.
Las puertas se abrieron.
Junto con Mihill salimos a inspeccionar el panorama, pero todo parecía normal.nos sentamos tras un rato frustrados, ahí en medio de la nada encontrar alguien que necesitara nuestra ayuda parecía algo casi imposible.
- Después de mucho pensar- agregó Mihill- creo que ese humo a lo lejos puede ser una señal.
Y claro a lo lejos se veía salir algo de humo, así fue que corrimos por la planicie, y descubrimos así, que una de las cosas que tiene el correr en una planicie es que las distancias están mas lejos de lo que aparentan.
Una bandada de pájaros pasó por sobre nuestras cabezas.
Hasta que por fin estuvimos lo suficientemente cerca…. Un enorme demonio rojo se alzaba nacido en las llamas se alimentaba del bosque y frente a nosotros para nuestra sorpresa otro personaje, con una brillante espada cobriza parecía estar peleando contra el demonio.
- Apágate, desaparece de estas tierras que no te corresponden- gritó.
- ¿necesitas ayuda?- grité.
El personaje de espada dio un salto hacia atrás después de la última arremetida, luego agitó la espada la que lanzaba ráfagas de viento cortantes a la tierra y un par de arboles, claramente estaba haciendo un cortafuegos, ladeó la cabeza y sonrió.
- Creo que puedo con la criatura por ahora - gritó- busquen un curso de agua así podrían ayudarme.
Con Mihilll rápidamente comenzamos a movernos juntos claros hacia el este un punto blanco que veía en la lejanía era un punto de referencia a seguir, hasta estar a una distancia adecuada, el punto blanco era un bisonte, un extraño bisonte blanco que pareció caminar lento cuando lo alcanzamos,
Sin preguntar siquiera un tanto sorprendidos lo seguimos, hasta que por fin nos llevó hasta un lago.
- Espera- grité al tiempo que el bisonte se sumergía en las aguas para no aparecer mas.
- Debemos volver- ya sabemos donde hay agua- dijo Mihill.
Así que hic caso corrimos de vuelta hasta el lugar del incendio.
El personaje de espada estaba cansado su ropa estaba chamuscada pero estaba bien.
- Listo lo encontramos.
- Ya era hora- se alegró.
Saltó mas lejos y tras un chasquido de dedos se hicieron visibles tres cuerdas que iban desde la bestia hasta su mano.
- Rápido- nos dijo- son hilos de magia especialmente hechos juntos debemos llevarlo hasta el agua.
Dado que el demonio era fuego pensé y el fuego no es materia sino una reacción química no era difícil de llevar, aunque no era como para una sola persona rápidamente marchamos hasta el lago pero una fez frente al lago el demonio lanzó una llamarada que por poco nos carboniza.
- ¿Sabes usar magia de agua?- preguntó.
- Más o menos nomas.
Traté de mover algo de agua del lago con magia pero francamente solo pude levantar algo más que una bola.
- Bueno con eso hazte un escudo – yo hare esto.
Entonces moviendo sus manos vi como del agua del lago salian enormes serpientes hechas de agua que abrazaron al demonio y dentro de un incesante chirrido y vapor arrastraron al demonio hasta el lago donde finalmente desapareció.
- Gracias, por la ayuda- entonces- se acercó el personaje estrechándonos la mano.
- Pero si no hicimos mucho- dijo Mihill.
- Pero lo que hicieron valía.- respondió.
- ¿eres un duende?- pregunté sin poder contener mi curiosidad- su magia era tan poderosa pero tan reconocible.
- En estas tierras nos llamamos Elfen, pero si sería análogo a un duende, vengan los invito a comer.
Caminamos desde ahí hasta llegar a una enorme camioneta cuatro por cuatro. Subimos y esta anduvo por las praderas algo antes de encontrar un pequeño camino de tuierra, lo seguimos hasta una enorme casa de madera. Bajamos con cuidado.
Al abrimos la puerta una mujer, bastante hermosa, o eso era lo que creía, tras observar unos instantes me di cuenta que se trataba de una musa, la sala principal era una mezcla de cuadros antiguos y libros de distinta clase.
- ¿Quiénes son?- preguntó entonces.
- Yo soy Mihill
- Y yo Frexor.
- Un elf
- Un duende corregí.
- Acostúmbrate, puede que en estas tierras mas de una vez que traten como un elf.
- Veo que ustedes también…
- Si, nosotros fuimos como tu- sonrieron- aunque lo nuestro se ha detenido ya no vamos por ahí cumpliendo misiones como antes- dijeron con un aire melancólico.
- ¿Por qué no?
- Por nuestros hijos- respondió la esposa mostrando un cuadro de dos niños rubios en una de las murallas.
- ¿y ustedes como llegaron hasta aquí?
- No lo sabemos- respondí- el tren tiene magia esta llena de ella, y nos ha traido desde New York
- ¿desde New York? Wow- dijo el duende- siendo honesto, su magia huele a magia de lugar.
- ¿magia de lugar?
- Si algunos lugares tienen magia, o mas bien los espíritus guardianes de aquellos lugares.
- ¿Algo así como un howenh?- pregunté.
- La verdad no se lo que es un howenh, pero puede ser- fue franco.
Luego se levantó de su sillón, y trajo hasta nosotros algunas monedas.
- Tomen guárdenlas- dijo- son mágicas.
Realmente tenían algo de magia nada muy grande fue lo que olí.
- Gracias- respondimos.
- Ahora los devolveré donde los encontré, deben seguir con su viaje.
Y asi fue que nos llevó hasta las planicies de ahí hasta ubicar a nuestro Train. Ahí nos despedimos, y nos subimos al train el que cerró sus puertas para seguir, yo por otro lado por fin estaba mas tranquilo, siempre el conversar con alguien nuevo es bueno, además deseé ser como aquel duende, ya mayor con experiencia y con esposa e hijos. Todos tenemos nuetros tiempos, de aventuras y para disfrutar lo ganado en ellas pensé mientras el train se perdía en la oscuridad nuevamente.

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