Wednesday, March 04, 2009

second stop illinois, Chicago



Habian pasado varias horas antes de la ultima parada, cuando el frio nuevamente comenzo a penetrar dentro del train.
- La nueva parada se aproxima- dijo el cowboy.
- ¿Cuándo crees que regresemos a New york?
- No lo se, yo creo que iremos parando, y cuando cumplamos todo lo que debemos regresemos.
Al atravesar la luz el Train se sencontraba atravezando una carretera.
- Que demo…
Un auto esquivo el train, quien cambio de pista.
Por la ventana se veian las calles, parecia una imagen de aquel juego sonic en la etapa, carrera de las estrellas, pistas se elevaban con enormes pilares, pistas iban pistas venian, frente a nosotros un camion podia estar anadando en una via a varios metros de altura, era una locura, la nieve chocando contra los vidrios y las nubes que no dejaban ver la ciudad.
Una moto nostubo que esquivar cuando el train doblo. Se metio por un tunel.
- Ciudad gotica- me preginte al reconocer algo que vi en la pelicula de batman.
Hasta que por fin el train se detubo ante una iglesia,
- This stop is, chicago, Illinois- dijo la mecanica voz.
- Al bajar la iglesia era enorme impresionante con sus angeles tallados, *iglesia Trinidad* se llamaba.
- ¿Qué crees debemos hacer aquí?- pregunto el Cowboy.
- Yo creo que entrar en esa iglesia.
Fuera de la iglesia un par de motos estaban estacionadas aunque semienterradas en casi un metro de nieve, la nieve que caia era muy densa, se pgaba en los ojos, en el pelo, y el caminar era dificultoso entre la espumosa nieve.
Las puertas de3 la iglesia estaban entre abiertas, al entrar una extraña reunión
Sentados en las bamcas gárgolas con formas angelicales, sombras corporizadas, extrañas ratas, un par de cuervos, y todo tipo de criaturas sin nombre.
- Quien eres tu?- preguntaron cuando entramois, rápidamente todos los ojos se posicionaron sobre nosotros.
- Soy Frexor un duende- salude
- Y yo, Mihill- saludo el cowboy.
- Amigos o enemigos¬¬?- preguntaron.
La pregunta era deconcertante en la situación que nos encontrábamos.
- No lo se, si no nos hacen nada supongo que amigos- contesté.
- ¿ que hacen aquí entonces?
- No lo sabemos, quizás buscando a alguien que nos necesite, pero en realidad quien sabe.
Nos observaron cuidadosamente.
Supongo que una ayudita mas no nos vendría mal.
- En que quieren nuestra ayuda- preguntó Mihill.
- Estamos en problemas
- ¿Qué clase de problemas?
- ¿Qué vieron afuera
- Un par de motos- dije yo.
La gárgola en nforma de angel que nos halaba meneo la cabeza negativamente.
- Nieve, mucha nieve.
El angel afirmó.
- Estamos en problemas, Chicago se encuentra bajo una de las tormentas de nieve mas grandes que se ha visto, esto o es obra de un invierno sino de muchos inviernos que están sobre las nubes en este instante, y como recién nos habíamos puesto de acuerdo, seguiremos con lo establecido, quienes puedan volar subirán y lucharan sobre las nubes quienes no puedan esperararn aquí el poder hacer lo suyo, pero entre mas vuelen mejor claro, recuerden que si fallamos la ciudad será sepultada por un manto de nieve y seria el fin de la segunda ciudad mas grande de occidente.
Rápidamente todos se levantaron de sus asientos y partieron a la lucha,
Varios otros salieron simplemente a esperar entre ellos Mihill.
Yo no podía esperar sentía que ebia llegar a aquellas alturas, pensé algunos segundos sobre como alcanzar las nubes, hasta que se me ocurrió una idea.
Corri hacia el vagonb y al entrar ahí estaba, el Mothman, ahí estaba mirándome co aquellos ojos fijos, penetrantes.
-qusiera hacer un trato contigo-dije
El Mothman solo me miraba.
Tu me ayudas a subir hasta las nubes a cambio que yo cure tus alas.
El Mothman ante o cual movio lo que seria su cabeza, aceptaba la condición. Desate sus lazos, y el Moyhnab sin ningún acto de rebeldía camino a mi lado hasta el exterior, me subi en sus alas y me eleve hacia las alturas..
La ciudad se veía oscura por las nubes que tapaban el sol, además del atardecer que se aproximaba .
Sobre las nubes había un verdadero campo de batallas, las gárgolas angeles batallana con sus espadas de piedra, aves, sombras y otras criaturas peleaban contra distintos inviernos, había brujas, pillanes y otras criaturas del invierno, hasta que sobre una nube un personaje que reconocia, el daymon del invierno de las tierras donde vengo.
Me baje edel Mothman, mientras este se disponía a atacar a uno de los tantos inviernos, yo salte sobre las nubes a su encuentro.
- Regresa donde te pertenece- le grite
El daymon del invierno movio la cabeza y nuestros miradas se cruzaron, primero fue una cara de sorpresa, luego solto una carcajada.
- Valla, valla, valla miren a quien vengo a encontrar en estas tierras tan lejanas, al duende del otoño, ¿Qué haces en estas lejanas tierras?, que pronto pertenecerá a nosotros.
- Vengo a ayudar, esa es mi mison- respondi- aunque sinceramente nose que hago aquí,m sea como sea, debes regresar este no es tu lugar.
- Ja, ¿Qué no es mi lugar? Estamos en otra tierra duende, en otro hemiusferio, aca no es verano, aca es invierno, yo soy el daymon del invierno, tu eres el que no pertenece aquí tu eres el quedeberia estar sometiéndose a nuestra voluntad.
- Eres el daymon del invierno pluvioso en nuestra tierra, no te pertenece este invierno nivoso, mires las cosas como ,lo mires estas mal.
El daymon hizo un movimiento de manos y salió un rayo que tuve que esquivar por poco, el rallo atravezo unas nubres y choco contra el pararayos de un rascacielos.
Susurre palabras y algunas nubes despertaron de su trance y comenzaron a abrirse pronto el cielo tenia movimientos en todas direcciones y partes del cielo comenzabanb a mostrar signos del celureo cielo.
El daymon comenzó a lanzar chorros de agua con la punta del paraguas que siempre usa tras de si a modo de espada.
Salté hacia atrás, esquive un golpe, agarre un trozo de nube y lo lanzé me desñize sobre el suelo, agarre otro trozo y cree una cinta, en cuanto el daymon se había sacado los últimos restos de nube que tenia en sus ojos, yo ya lo había atado.
- Te dije que volvieras a donde perteneces.
- ¿creesque con eso me vas a derrotar? Eres bastante estúpido.
Un rayo que lanzo una bruja de invierno desde la distancia deshizo la nube y por la gran precisión del tiro el daymon no salió herido.
Luego salto sobre mi y me sujetó mis manos con las suyas.
El hielo comenzó a invadirlas, pronto ya no las sentía, me las estaba congelando.
- Creeme, ultimamanete no soy el de siempre- le dije- ando con mucho menos paciencia que lo normal.
- Ja, increíble que hables tanto aun en esta situación- rió.
- Te lo adverti.
Le di un cabezaso, luego me levante puse mis manos sobre su pecho, y lanze magia pura concentrada por ellas.
El daymon salto lejos y calló sobre una nube inconciente.
Mire a lo lejos y vi que muchas de las batallas habían terminado, y un par de gragolas angeles habían agarrado al Mothman y estaban a punto de cortarles el cuello con su espada de granito.
Salte con las pocas energias que me quedaban sobre las nubesd hasta llegar donde ellos.
- Alto, paren, stop- les grite.
- ¿Qué sucede duende?
- Esa criatura viene conmigo ella me subió a las alturas no le hagan nada.
Las gárgolas memmiraron severas.
- Esta criatura no puede estar suelta
- Lo se.
La soltaron y a su lomo bajamos, en el suelo, había habido sus propias batallas, entre otras criaturas y los inviernos que caian.
Llegue hasta el metro y con ayuda de las gragolas volvimos a amarrar al Mothman a su lugar.
- ¿Que te pasa¬?- llego gritabndo Mihill- eres estúpido, no debes dejarlo suelto.
- Lo se, y en silencio aguante el regaño.
- Luego nos despedidmos, choicago estaba a salvo, los inviernos no se habían apoderado e la ciudad, y junto con Mihilll subimos al train.
- ¿Por qué habran querido ganar chicago?- pregunte casi al aire.
- Las puertas se cerraron y el train continuó hasta la siguiente estación.

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